Hace mucho, mucho tiempo atrás, cuando nuestros abuelos aún no habían nacido, Juan Monferrato, el mayor de tres hermanos realizó la voltereta atrás por primera vez en el mundo.
Cuenta la historia que Juan vivía en el campo muy lejos de la ciudad. Juan trabajaba en la tierra, en una quinta en la que cultivaba zanahorias, tomates, lechugas y muchas cosas más. Pero desde hacía un tiempo las cosechas no eran buenas, las zanahorias no crecían, los tomates se pudrían y a las lechugas las hormigas se las comían. Juan no trabajaba solo. Pedro y Luis, sus dos hermanos, lo ayudaban, pero también Benito, un buey muy torpe e inquieto que su padre les había regalado.
Los hermanos estaban muy tristes ya que no lograban tener buenas cosechas. Es por esto que se propusieron trabajar y cuidar más la quinta para obtener las mejores verduras.
Una mañana soleada Juan se levantó muy temprano para ir a regar la tierra, cuando llegó a la quinta algo extraordinario había pasado; los tomates estaban rojos y brillantes, las lechugas grandes y bien verdes y las zanahorias ricas y sabrosas. Era la mejor cosecha que sus ojos habían visto. Ante tanta alegría Juan decidió ir a contarles a sus hermanos que aún estaban durmiendo.
Juan llegó a la casa y comenzó a gritar: ¡Luís!, ¡Pedro!, ¡vengan a ver!... ¡no lo podrán creer! Sus hermanos se levantaron y fueron a la quinta. Cuando vieron la cosecha comenzaron a saltar de alegría, pero no solo los hermanos festejaban, Benito el buey, también estaba muy contento.
Tanta alegría hizo que se pusiera a festejar y correr por todos lados, pero como era un buey muy torpe empujo a Juan, quien en vez de caerse de espaldas, dio una voltereta para atrás. Sus hermanos quedaron asombrados, ya que nunca antes habían visto un movimiento así. Juan se levantó mareado sin saber lo que había hecho. Sus hermanos le explicaron que se había dado una vuelta para atrás e intentaron demostrarle pero no les salió, Juan intento hacerlo nuevamente y tras muchos, muchos intentos consiguió hacer la voltereta atrás pero ésta vez sin la ayuda de Benito.
Una vez que logro hacerla bien; poniendo el mentón contra el pecho, apoyando bien las manos, rodando por la espalda y extendiendo los brazos, se la enseñó a sus hermanos Pedro y Juan, quienes a su vez se la enseñaron a sus amigos y sus amigos a otros amigos y así hasta que mucha gente la empezó a conocer y la voltereta dio la vuelta al mundo.
Muy bonito cuento jajaja
ResponderEliminarque feo
ResponderEliminarigual que vos maraco hijo de e la perra bastarda de tu mama mas vieja que mi abuela feo conchetumare
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